¿Qué es una Tierra de efecto invernadero?
Por Sergio González M.
A partir de la información obtenida de proxys y de conclusiones obtenidas de simulaciones, hoy sabemos que el planeta Tierra ha pasado por fases tan cálidas que los hielos y glaciares estuvieron ausentes y fases tan frías que las grandes extensiones glaciares llegaron hasta latitudes tropicales. Los periodos en que Tierra no tuvo capas de hielos permanentes se conocen como periodos de Tierra de efecto invernadero y los periodos con capas de hielo permanentes se denominan eras de hielo.
En una fase de Tierra de efecto Invernadero, la atmósfera del planeta tiene una concentración de gases de efecto invernadero (principalmente CO2) lo suficientemente elevada para producir un clima en regiones polares o en altitud que evita la formación de capas de hielo. Esto no significa que las regiones polares o de gran altitud no sean frías. Solo significa que las temperaturas son lo suficientemente altas para derretir cualquier capa de hielo que se forme, evitando que aparezcan glaciares. Así, en fase de invernadero, las regiones polares del planeta tienen bosques y vegetación adaptada a un clima templado o frío.
El nivel del mar durante una Tierra de efecto invernadero es mucho más elevado que en una era de hielo. Esto produce que una parte importante de la superficie continental este bajo el agua. Por ejemplo, durante la fase más cálida del Cretácico, un 40% de lo que hoy esta sobre el nivel del mar, se encontraba bajo el agua. Además, en estos climas cálidos los océanos albergan una mayor diversidad de seres vivos marinos, resultado de una mayor disponibilidad de nutrientes en los océanos. Y es que bajo un clima cálido, la evaporación es mayor y la atmósfera se vuelve más húmeda, lo que implica que el ciclo del agua se hace más vigoroso. Mayor precipitación y mayor escorrentía por los ríos provoca un mayor flujo de nutrientes desde los continentes a los océanos. Los nutrientes que llegan al océano son utilizados por los seres vivos para crecer y desarrollarse. Un periodo en el cual el planeta fue una Tierra de efecto invernadero fue el Cretácico, particularmente hace 90 millones de años, cuando los dinosaurios reinaban sobre la Tierra.
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