Por Mónica Álvarez
Hoy hace ya más de 40 años, la sonda Voyager 2 se acercó a Júpiter, fue lanzada el 20 de agosto de 1997 desde Cabo Cañaveral en el cohete “Titán-Centauro”, fue creada en conjunto con otra sonda hermana denominada Voyager 1, en sus inicios su objetivo principal fue nuestra curiosidad como humanidad para explorar los planetas exteriores.
Voyager 2, había sido planeada sólo para visitar Júpiter y Saturno, pero en ese momento los científicos pensaron que podría tener mucho más alcance y potencial, así investigó Urano y Neptuno también, las grandes mentes ingenieriles, astrofísicos y demás optaron por aprovechar una rara alineación planetaria que ocurre cada 175 años, y de este modo poder redirigirla la sonda.
Además de las sondas Voyager, las sondas Pioneer 10 y 11 también visitaron Júpiter, completando sobrevuelos en 1973 y 1974. La diferencia con las Pioneer, es que las Voyager llevaban instrumentos sofisticados para realizar investigaciones mucho más profundas a nivel planetario.
Cada Voyager llevaba un conjunto de 11 instrumentos los cuales incluyen: Un sistema de cámaras para fotografiar los planetas y sus satélites naturales, diversos tipos de espectrómetros con funciones específicas para poder determinar la composición y conformación atmosférica de los planetas a analizar, al igual que un magnetómetro y un sistema de detección de rayos cósmicos y diversos sensores para realizar mediciones de radiación cósmica, además de instrumentos de radioastronomía para estudiar las emisiones de radio de Júpiter, entre otros.
La Voyager 2 pudo cruzar con éxito el cinturón de asteroides entre 1977 y 1978, lo cual hasta ese año era lo más lejos que la humanidad había llegado. En abril de 1978 su receptor de radio falló y desde entonces ha estado funcionando un receptor de respaldo.
Inició su encuentro con el sistema Joviano el 24 de abril de 1979, enviando sus primeras imágenes tomando sus primeras mediciones científicas del planeta. Durante su travesía,realizó sobrevuelos de varias de las lunas de Júpiter estudiando Calisto, Ganímedes, Europa, Amaltea.
El Voyager 2 logra su máxima aproximación a Júpiter en 1979, volando sobre 500.000 kilómetros de altura, sobre las nubes del planeta, en su aproximación más cercana con el satélite, revelando que “La Gran Mancha Roja”, es un complejo sistema de tormentas.
Las fotografías de alta resolución de su satélite Europa revelaron marcas irregulares en su superficie, posiblemente indicando una corteza congelada flotando sobre un océano profundo, también confirmó la existencia de un anillo delgado en Júpiter que rodea al planeta, mientras este estaba iluminado por el sol, y la luna “Adrastea” orbitando a este justo fuera de su anillo.
Después de su exitosa exploración del sistema Joviano, navegó hacia Saturno y devolvió una gran cantidad de información sobre el planeta, sus espectaculares anillos y sus satélites. La gravedad de Saturno alteró su trayectoria para enviarlo hacia Urano en 1986, en donde realizó el reconocimiento de este y por último su encuentro planetario final fue Neptuno en 1989.
El viaje interestelar del Voyager 2, continúa hasta el dia de hoy, sim embargo a lo largo de los años, los científicos tuvieron que tomar la importante decisión de apagar varios instrumentos para poder ahorrar energía, incluido el sistema de imágenes en 1998, lo que nos dejó sin poder observar las maravillas de su encuentro con el Universo, sin embargo aún continúa mandándonos datos sobre rayos cósmicos y el viento solar. Se espera que continúe brindando información en óptimas condiciones hasta 2025.
Ambas Voyager se construyeron llevando un registro chapado en Oro con información sobre la Tierra, sonidos, música y saludos en 55 idiomas, en caso de que algún día esta sonda sea encontrada por otro tipo de inteligencia que exista en la galaxia.Este disco posee instrucciones de reproducción y como ya lo mencionó uno de nuestros astrónomos favoritos Carl Sagan: “A veces creo que hay vida en otros planetas, y a veces creo que no. En cualquiera de los dos casos la conclusión es asombrosa.”
Solo nos queda esperar y maravillarnos y quizá sólo quizá algún día poder ver las maravillas interestelares con nuestros propios ojos.
Una respuesta a “El Viaje Interestelar del Voyager 2”
Gracias por este artículo que nos permite recordar a esta gran sonda que junto con su gemela nos abrieron por primera vez en la historia una visión como nunca antes habíamos tenido de los gigantes gaseosos de nuestro sistema solar y sus lunas. Ya ahora se encuentra casi en el medio interestelar, y será siempre un ejemplo de la tecnología de una raza intelegente de un pequeño tercer planeta de un sistema solar.