Día Internacional de la Conservación del Suelo
Día Internacional de la Conservación del Suelo

Día Internacional de la Conservación del Suelo

Por Ricardo Arce

El día Internacional de la Conservación del Suelo se celebra cada 7 de julio desde el año 1963.
Este día en particular, se celebra en honor al científico estadounidense Hugh Hammond Bennett, quién dedicó su vida a demostrar que el cuidado del suelo influye directamente en la capacidad productiva de los mismos o como el mismo lo decía: “La tierra productiva es nuestra base, porque cada cosa que nosotros hacemos comienza y se mantiene con la sostenida productividad de nuestras tierras agrícolas”
El objetivo que perseguía Hammond y que es el principal propósito de este día, es el de concienciar a las personas de la importancia fundamental que tiene la tierra dentro del frágil equilibrio medio ambiental.
Es indudable que el suelo es uno de los soportes más importantes para la Conservación de la vida en todas sus formas, por lo tanto, resulta esencial definirlo de acuerdo a sus múltiples dimensiones.

Suelo definición y concepto

Se entiende por suelo como un conjunto de materiales sólidos, líquidos y gaseosos que integrados en una unidad conforman la parte superficial de la litosfera continental y sirven de sustento nutritivo a gran parte de la biosfera. Por otra parte, obedeciendo a características distintas, también encontramos suelos por debajo de la superficie marina y de aguas continentales.
El suelo en su proceso formación está sujeto a interacciones de los agentes que lo conforman, en este sentido, los diferentes tipos de roca son sistemas generados en equilibrio físico-químicos o en condiciones muy diferentes a la superficie terrestre, ellas están constituidas por minerales distintos. En otros términos, tienen texturas y composición mineralógica distintas y por consiguientes pertenecen a especies petrográficas diferentes.
En el caso de las rocas, el gradiente entre las características de presión temperatura y humedad, que existieron en el momento de la génesis de la roca y la que existe en un determinado lugar de la superficie, permitirá, ser más amplia y fácil la evolución de esta roca a suelo.
Las topografías generan condiciones endorreicas y exorreicas y diversos grados de exposición de la roca madre hacia la energía solar, influyendo en la velocidad de génesis del suelo y tipos de reacciones posibles.
El clima a través de la precipitación y la temperatura, ejerce una profunda influencia en todos los cambios químicos y físicos que sufre la roca. En este caso, el material es originalmente un material duro y compacto que tiende a degradarse en un material suelto y frágil denominado regolito. Por su parte, la acción de las aguas lluvias se manifiesta mediante a procesos químicos tales como: oxidaciones, disoluciones, hidrataciones, hidrólisis y carbonataciones. Al mismo tiempo, la temperatura de un lugar favorecerá o retardara los procesos químicos que conforman el suelo.
También los organismos vivos, flora, fauna, insectos, y microfauna al morir se incorporan al suelo; su actividad biológica, genera mezcla transporte y poros que ayudan a mejorar la estructura del suelo.
Respecto de la formación del suelo, todos los procesos son más o menos intensos y profundos, conforme a la magnitud de tiempo durante el cual actúan los factores de formación. Esta variable, para estos efectos se mide por lo general en miles de años.
En síntesis, el suelo es el sistema fundamental que sustenta la vida en la tierra e incluye tanto la parte geológica como las comunidades biológicas que viven en él que contribuyen a su formación y transformación.

¿Cómo se divide y organiza el suelo?

Los suelos y sus características pueden variar espacialmente, tanto lateral como verticalmente. La variabilidad vertical está definida por la presencia de distintos niveles con diferentes características y propiedades, formando una secuencia de horizontes que constituye el perfil edáfico o solum.
Por tanto, los horizontes son niveles más o menos paralelos a la superficie con unas características que le diferencian de los otros pero que están relacionados.
El suelo comienza a formarse cuando una roca queda expuesta a la atmósfera, y empieza a ser colonizada por líquenes y cuando sus minerales comienzan a descomponerse y a alterarse física y químicamente. Este proceso se conoce como meteorización.
El suelo se dispone de acuerdo a una serie de niveles horizontales (horizontes) que se desarrollan en el interior del mismo y que presentan diferentes caracteres de composición, textura, adherencia, etc. El perfil del suelo es la organización vertical de todos estos horizontes.

Clásicamente, se distingue en los suelos completos o evolucionados tres horizontes fundamentales que desde la superficie hacia abajo son:
Horizonte O: «Capa superficial del horizonte A»
Horizonte A, o zona de lavado vertical: Es el más superficial y en él enraíza la vegetación herbácea. Su color es generalmente oscuro por la abundancia de materia orgánica descompuesta o humus elaborado, determinando el paso del agua arrastrándola hacia abajo, de fragmentos de tamaño fino y de compuestos solubles.
Horizonte B o zona de Precipitado: Carece prácticamente de humus, por lo que su color es más claro (pardo o rojo), en él se depositan los materiales arrastrados desde arriba, principalmente, materiales arcillosos, óxidos e hidróxidos metálicos, etc., situándose en este nivel los encostramientos calcáreos áridos y las corazas lateríticas tropicales.
Horizonte C o subsuelo: Está constituido por la parte más alta del material rocoso in situ, sobre el que se apoya el suelo, más o menos fragmentado por la alteración mecánica y la química (la alteración química es casi inexistente ya que en las primeras etapas de formación de un suelo no suele existir colonización orgánica), pero en él aún puede reconocerse las características originales del mismo.
Horizonte D, horizonte R, roca madre o material rocoso: es el material rocoso subyacente que no ha sufrido ninguna alteración química o física significativa. Algunos distinguen entre D, cuando el suelo es autóctono y el horizonte representa a la roca madre, y R, cuando el suelo es alóctono y la roca representa sólo una base física sin una relación especial con la composición mineral del suelo que tiene encima.

¿Por qué es importante proteger el suelo como recurso?

Es imposible determinar el valor del recurso suelo, pues este debe ser considerado como un factor perdurable en el tiempo, su perdida no puede ser determinada por un valor de tasación corriente. Este recurso implica nada menos, que la supervivencia de la humanidad. En consecuencia, existe otro factor razonable a todas las filosofías que inspiran los caminos de la existencia humana, esto es, la solidaridad entre los seres humanos, factor de transcendencia universal.

¿Cuáles son los métodos naturales de conservación del recurso suelo?

La intervención del hombre en el medio, determina en un 99% de los casos la ruptura de su equilibrio. Genera un desbalance de los factores que intervienen en el ecosistema natural. Los métodos naturales de conservación del recurso suelo son aquellos que utilizan pastizales, bosques, aguas, etc., para reencontrar un nuevo equilibrio y detener e impedir que se desencadene la destrucción del suelo.

¿Cuál es el significado social de la conservación del suelo?

Uno de los campos científico-tecnológico que tiene prioridad permanente para un país es de proteger del suelo, recursos básicos por excelencia. Su pérdida implica afectar un bien básico invaluable. En el suelo no se pueden emplear únicamente conceptos financieros normales de relación costo/beneficio, sino debe primar el concepto de la protección. Si la pérdida se lleva a cabo en forma progresivamente acelerada, de modo que la consideración del tiempo y del periodo del riesgo jueguen un papel de primera importancia en su conservación, al mismo tiempo que debemos considerarlo relacionado con otros recursos naturales.

¿Qué métodos de conservación es posible utilizar para la conservación del suelo?

Los métodos de conservación de suelos son múltiples, podría decirse que cada uno de ellos se acomoda a cada caso en particular, pudiendo establecerse algunas divisiones que responden muy bien a las formas de llevarlos a cabo y a las técnicas empleadas.
Los métodos naturales son los más importantes, por lo tanto, cuando el hombre simplifica los ecosistemas para canalizar energías productivas, establece un desbalance que es necesario equilibrar. El real concepto de conservación es entonces descubrir que medios naturales permiten mantener el equilibrio del ecosistema e incrementar el recurso suelo, manteniendo la canalización de las energías del sistema hacia el hombre, en forma permanente y económica. Si esto no se consigue, por ausencia de una técnica apropiada o por un proceso de degradación demasiado grave, el hombre entonces se ve forzado a establecer artificios de conservación, o sea, métodos o estructuras artificiales que permitan mantener el equilibrio sin perdidas del suelo.
Un ejemplo de conservación natural del suelo es el resguardo de la cobertura vegetal. A modo de explicación la cobertura vegetal es cualquier tipo de vegetación viva o muerta que cubre la superficie del suelo y que presta protección. Es de vital importancia hacer notar que la función principal de la cobertura es detener y controlar la energía cinética de las gotas de lluvia, al mismo tiempo que se disminuye el escurrimiento superficial y se evita que el agua se canalice aumentando su capacidad erosiva.
La efectividad de la cobertura es proporcional a la cantidad y su forma. La cantidad es en términos de toneladas por hectáreas, y la distribución es en porcentajes de suelo cubierto. La cobertura puede ser de plantas vivas o de residuos de cosecha, el tipo de cobertura es muy importante, pues es preferible que sean plantas leguminosas, fijadoras de nitrógeno, cuyos residuos si se emplean secos tiene una relación carbono-nitrógeno estrecha, ya con ello se evita tener problemas nutricionales en los nuevos cultivos.    
Los diferentes cultivos dan distinto grado de protección al suelo, dependiendo de su forma de crecimiento; los cultivos de altura media, de crecimiento “apretado”, tales como la avena, el trigo, y las viñas, etc., tiene casi idéntico valor en cuanto a la protección del suelo. Los cultivos de crecimiento alto, dan menos protección que los anteriores. Por otro lado, los cultivos altos necesitan plantarse separados ofrecen una muy reducida protección a la intercepción de las gotas de lluvia antes que estas se caigan al suelo.
Se puede establecer una secuencia en el uso del suelo en relación a los cultivos que le dan una escaza protección al suelo desde las hortalizas de reducida protección al máximo nivel de protección que otorga el bosque nativo, cuyas cualidades deber ser resguardadas a través de acciones que posibiliten su protección debido a la permanente presión a la que están sujetos.

Importancia de la Conservación de los suelos.

El suelo es un pilar fundamental en el sustento de la cadena trófica de los seres vivos y eje primordial de las actividades humanas esenciales de sobrevivencia como la agricultura, la ganadería y actividades elementales en la generación y producción alimentaria.
Desde el punto de vista agrícola, los suelos funcionan como el canal de comunicación entre el productor y su cultivo, ya que a través de las acciones que este realice, la calidad y el tamaño de su plantación variarán drásticamente.
Sin embargo, los suelos están en permanente conflicto, esto derivado de los intereses a lo que están sujetos ya sea por la presión de las grandes empresas agrícolas y ganadera, así como, por la presión que generan las ciudades, las cuales urbanizan estos suelos haciéndolos partes de los conglomerados urbanos y en consecuencia reduciendo su extensión territorial.
Todos estos conflictos, no deben entenderse como tan solo como externalidades negativas de procesos de producción alimentaria o como una huella de la existencia del ser humano moderno. Es esencial pensar y concientizar cómo afecta la contaminación o la explotación excesiva de los suelos a la destrucción del medio ambiente, lo que pone en riesgo la supervivencia de todas las especies del planeta.
La Conservación de los Suelos es primordial, debido a que actividades como el aumento de los procesos de metropolización de las ciudades y sus actividades asociadas, producen una absorción del suelo disponible, lo que resta millones de hectáreas naturales al planeta, que podrían ser fuentes de producción de oxígeno, equilibrio ecológico o preservación de la diversidad biológica.
Finalmente, los cambios de usos de suelo para actividades de ganadería extensiva y monocultivos a reducido sistemáticamente la extensión de bosques, los cuales son fundamentales en el equilibrio térmico del planeta, lo cual es relevante en el contexto actual de Cambio Climático.

2 comentarios

Responder a Gary Lizama Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *