Venus, el segundo planeta de nuestro sistema solar, que orbita el Sol, es uno de los objetos más brillantes que observamos a simple vista en el cielo nocturno del hemisferio sur. Conocido como el Lucero del Atardecer, su brillo se debe a su densa atmósfera de dióxido de carbono, cubierta por espesas nubes de ácido sulfúrico, las que reflejan la luz solar, haciendo que el planeta brille intensamente ocultando su superficie.
“Las nubes que se ven aquí se encuentran a unos 60 kilómetros por encima de la superficie del planeta, a altitudes en las que existen presiones y temperaturas atmosféricas similares a las de la Tierra”- Mariner 10
Paisaje y Geología de Venus
La superficie de Venus, ha sido de difícil acceso para las misiones espaciales, ya que las altas temperaturas y presión superficial han impedido que los instrumentos lleguen en buenas condiciones, solo a través de imágenes de radar se ha podido estudiar con mayor detalle lo que aparece debajo de las nubes. Es un mundo infernal, con temperaturas superficiales que alcanzan los 465 grados Celsius y una presión atmosférica 92 veces mayor que la de la Tierra. El paisaje de Venus está marcado por vastas llanuras volcánicas, montañas, y miles de volcanes, algunos de los cuales son enormes en comparación con los de la Tierra. Una de las formaciones más impresionantes es Maxwell Montes, la montaña más alta de Venus, que se eleva a unos 11 kilómetros sobre la superficie. La actividad volcánica y los complejos sistemas de fallas geológicas sugieren que Venus es un planeta geológicamente activo.
Tres cráteres de impacto en Lavinia Planitia-12 de noviembre de 1996. Créditos: Misión Magellan”
Misiones Espaciales a Venus
La exploración de Venus ha sido llevada a cabo por varias misiones, comenzando con los sobrevuelos de las sondas Mariner y las detalladas exploraciones de la serie Venera de la Unión Soviética. Las sondas Venera fueron las primeras en aterrizar en Venus y enviar imágenes y datos desde su superficie, aunque solo sobrevivieron brevemente debido a las extremas condiciones superficiales. Venera 13 envió las primeras imágenes en color de la superficie, mostrando un terreno rocoso y hostil.
Módulo de aterrizaje Venera 13 sobrevivió en la superficie durante 2 horas y 7 minutos, tiempo suficiente para obtener 14 imágenes el 1 de marzo de 1982.
Más recientemente, la misión Magallanes de la NASA, en la década de 1990, mapeó el 98% de la superficie de Venus utilizando radares, proporcionando un mapa detallado de su topografía. Los estudios de radar de Magallanes descubrieron extensas planicies volcánicas y numerosas estructuras de impacto, sugiriendo una historia de intensa actividad volcánica.
La misión Akatsuki de la JAXA, lanzada en 2010, permitió estudiar la atmósfera de Venus y sus patrones climáticos, proporcionando valiosa información sobre su dinámica atmosférica. Akatsuki ha observado patrones complejos en la atmósfera de Venus, incluidos vientos extremadamente rápidos que circulan el planeta en solo cuatro días terrestres. Estos hallazgos han ayudado a los científicos a comprender mejor la evolución atmosférica y geológica de Venus.
En los últimos años, se ha puesto especial atención en la atmósfera superior de Venus debido a la posible existencia de fosfina en sus nubes más altas, molécula que tiene relación con la vida microbiana que observamos en nuestro planeta. Si bien aún no se ha confirmado su existencia, el interés que ha generado la búsqueda de vida en este planeta motivó a enviar nuevas misiones espaciales a Venus en los próximos años.
“El escarpe ancho y curvo se asemeja a algunas de las zonas de subducción de la Tierra, donde las placas de la corteza se empujan unas sobre otras. La superficie brillante por radar en la elevación más alta a lo largo del escarpe es similar a las superficies de otras regiones elevadas donde puede haber algún mineral metálico como la pirita (oro de los tontos) en la superficie.” -14 de marzo de 1996 Misión Magellan
Diálogos cósmicos: descripción de las obras
Nuestras pinturas presentan tres vistas distintas de Venus. La obra realizada por Yohana con una técnica mixta de acuarela y dibujo digital, es una propuesta inspirada en la posibilidad de poder recorrer Venus a través de estos cohetes o naves voladoras parecidas a los globos aerostáticos.
Priscilla nos presenta una vista del planeta Venus en falso color, cuyos colores anaranjados son producto de la densa atmósfera que se puede observar en este planeta, la cual está formada principalmente por dióxido de carbono y ácido sulfúrico.
Kamilla retrata en su obra en acrílico la densa y abrasadora atmósfera de Venus, donde la vida solo podría existir en las capas superiores. En la pintura, se observa un hábitat flotante futurista que sobrevuela los volcanes activos y cráteres del planeta. La lejana perspectiva de la superficie destaca la enorme dificultad de que los humanos lleguen a pisar el suelo venusiano.